Mujeres futbolistas | Jorelyn Carabalí

Mujeres futbolistas | Jorelyn Carabalí

«Juéguensela», este es el mensaje breve y conciso que Jorelyn Carabalí le envía a la Dimayor para que las mujeres futbolistas de Colombia tengan una liga femenina digna.

“Nosotras hemos ido hablando con resultados, con trabajo”, dice la referente de la Selección Colombia y del Brighton de Inglaterra, quien, de otro lado, calificó como ‘una locura total’ lo vivido en el reciente Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Carabalí agradeció el apoyo que recibió de ACOLFUTPRO en el momento más difícil de su carrera y como la primera futbolista colombiana en Inglaterra, es consciente del compromiso que tiene con sus colegas para dejar una buena imagen que les abra puertas en una de las mejores ligas del mundo.

Los últimos años han marcado un cambio vertiginoso en la vida y en la carrera como futbolista de Jorelyn Carabalí. De jugar microfútbol en su natal San Francisco (Cauca) y tras superar una grave lesión, pasó en poco tiempo a ser una de las referentes de la selección Colombia y a ser la primera colombiana en jugar en la Super Liga Femenina de Inglaterra, con el Brighton & Hove Albion.

“Estoy muy feliz y agradecida con Dios, viviendo un sueño, obviamente. Esta liga me ha llamado siempre la atención y aunque no lo veía tan cercano que pudiera estar acá, todo siempre lo he dejado en manos de Dios y bueno, Él me ha cumplido. Solo espero agradecerle de una buena manera, haciendo las cosas bien y disfrutando de poder estar acá y vivir este sueño”, afirma Jorelyn, quien antes de llegar a este punto de su carrera tuvo que vivir una montaña rusa de emociones y de situaciones que incluso la tuvieron a punto de dejar el fútbol.

El amor y la pasión por el fútbol son parte de la vida de Jorelyn desde que estaba muy pequeña, cuando veía a su padre jugar y ganar torneos en San Francisco y pueblos vecinos y cuando su tío se ganaba regaños por llevarla a escondidas de la abuela a ver esos partidos.

“San Francisco es pequeño, acogedor y allá, obviamente, jugaba con chicos porque no había muchas niñas a las que le gustara. Tengo bastantes cicatrices del jugar con hombres. Y realmente en ese momento no veía este lindo deporte como un estilo de vida. Venía de un pueblo donde quizás las oportunidades son muy escasas, donde estás fuera de la realidad de lo que hay en la ciudad”, recuerda la defensa central, quien pasó a jugar fútbol once con el equipo de Mauricio García en el municipio de Santander de Quilichao, a unos 15 kilómetros de su casa, lo que le generó una angustia a su familia.

“Se me hacía difícil trasladarme a los entrenamientos desde mi pueblo hasta Santander por el tema monetario y otra cosa es que muchas veces llegaba tarde a casa porque no alcanzaba a tomar el último transporte que salía hasta mi pueblo, entonces tenía que conseguir un carro que me llevara hasta un punto, y hacer trasbordos, hasta conseguir llegar a casa. Obviamente eso le causaba preocupación a mi familia”, cuenta.

Un paso clave en el ‘despegue’ de Jorelyn en el fútbol fue su llegada a la Escuela Sarmiento Lora, en el 2014, donde conoció al técnico John Albert Ortiz, quien sería uno de los pilares de su carrera. Aunque el inicio no fue fácil. “Llegué y estaban en plena pretemporada y realmente en temas de preparación no tenía ni idea. Estuve casi una semana quedé que no me quería mover, me dolía todo y yo decía ¡No! ¿Qué hago aquí?”, se preguntaba Jorelyn, quien vivió así el primer cambio grande en su vida, porque tuvo que trasladarse a Cali, donde vivía con su mamá.

De extremo a central

Jorelyn cuenta que su ídolo siempre ha sido Cristiano Ronaldo y por eso su posición era extremo. “Yo hacía todas las jugadas de Cristiano Ronaldo, mejor dicho, me creía la Ronaldo mujer”, confiesa. Sin embargo, en una de sus convocatorias a la selección femenina del Valle del Cauca, que dirigía John Albert Ortiz en el 2016, surgió una inesperada modificación, pues debido a lesiones de algunas jugadoras, el técnico le pidió que jugara en la posición de defensora central, primero en un amistoso, luego en las prácticas y finalmente en la competencia. “Yo tenía que llegar más temprano a los entrenamientos para trabajar los movimientos, con otro profe, con Ronald, quien me ayudó en esa preparación”.

Tiempo después, Jorelyn quería regresar a su posición de extremo, sin embargo, el técnico Ortiz tenía otros planes. “Yo le decía, si ya se recuperó la otra central, ¿por qué yo sigo en esta posición?”, recordó Jorelyn y agregó: “El profe me dijo: “Negrita, yo sé que quieres volver a tu posición, pero te digo la verdad, lo estás haciendo muy bien. Como que yo llamo John Albert Ortiz Arce, hoy 11 de febrero a las 3 de la tarde, te aseguro que vas a jugar fútbol profesional de central y vas a ir a la Selección Colombia como central. Yo solo me reí y le di un abrazo”.

La predicción del técnico Ortiz se cumplió con creces, pues Jorelyn tan solo unos meses después, el 18 de febrero del 2017 Jorelyn debutó como profesional con el Orsomarso, en la primera edición de la liga femenina en Colombia. Jugó como defensora central en 11 de los 12 partidos del equipo vallecaucano y el 6 de abril anotó su primer gol, contra el Quindío.

Su carrera, en vilo

Después de un auspicioso estreno en la liga femenina, Jorelyn fue fichada en el 2018 por el Atlético Huila, que salió campeón de esa liga con una nómina fuerte, con jugadoras de gran calidad y experiencia como Yoreli Rincón, Gavy Santos, Ingrid Vidal y Carmen Rodallega, entre otras. Todo pintaba muy bien, sin embargo, el panorama cambió el 28 de abril cuando sufrió una grave lesión durante un entrenamiento, que puso en peligro su continuidad en el fútbol.

ACOLFUTPRO: ¿Cómo fue la lesión?

JORELYN CARABALÍ:  Un día antes de un partido que jugábamos contra Real Santander por la liga sufrí un choque en una jugada de pelota quieta con la arquera. Ella salió a destiempo y me impactó con su rodilla en el aire. Ahí pues obviamente el cuerpo no tiene fuerza y caí y sufrí fractura de fémur y fue algo difícil porque era mi primera lesión y nunca me había fracturado.

¿El club le ayudó en la recuperación?

Tuve cuatro intervenciones porque las cosas no salieron bien en la cirugía. Fue algo complejo por el tema del club, porque a veces las personas creen que están actuando de la manera correcta, pero…  Eso me trajo mucha limitación, mucho dolor y molestias y veía que un mes avanzaba y después me decían que tenían que programarme una nueva cirugía. Al final yo era quien estaba viviendo las cosas, yo era la que tenía la lesión. Cada vez era más difícil para mí, más frustrante porque los médicos no me daban esperanzas de volver a jugar. Cada vez que avanzaba un poco, en cada intervención tenía que empezar desde cero. Pero todo fue un aprendizaje y quiero agradecer a ACOLFUTPRO, a Gustavo Quijano, que me apoyó mucho durante ese tiempo.


¿Cómo califica ese apoyo que le brindó ACOLFUTPRO?

Fue una gran ayuda la que recibí de los abogados de ACOLFUTPRO y de Gustavo que siempre estuvo pendiente de todo mi tema del contrato con el Huila. Yo les escribía y siempre tenía una respuesta para guiarme. Entonces aprovecho para agradecer no solo por la ayuda que me brindaron a mí, sino a nivel general la ayuda que le dan a todos los futbolistas y las futbolistas, porque ha hecho una bonita labor.


¿Pensó en dejar el fútbol?

No, yo me levantaba todos los días motivada y me decía: esto es lo mío, yo voy a seguir trabajando para estar de nuevo en las canchas y así se fue dando poco a poco y de verdad que cuando regresé no sentía miedo. Estuve dos años sin poder jugar, pero los planes de Dios son perfectos y seguramente ya tenía todo proyectado para mí. De alguna u otra forma, esta experiencia me fortaleció muchísimo. Luego llegó la pandemia y ahí ya yo me regresé a mi pueblo y estuve trabajando sola todo ese tiempo y ahí fue cuando el Deportivo Cali me llamó y me dijo que quería contar conmigo. Estoy muy agradecida con el Cali y lo primero que hice fue decirle que sí, ni pregunté cuánto me iban a pagar, no me importaba, porque jugar era lo que más quería.

Y bueno, me recibieron bien, me ayudaron mucho. Yo tenía mucha pasión y ganas de estar nuevamente en el campo y presiento que ese trabajo en el 2020 fue muy bueno para mí porque me llenó un poco más de confianza nuevamente. Sabía que eso no paraba ahí y que simplemente se trataba de ser constante, persistente y que las cosas iban a cambiar.

Jorelyn pide a la Dimayor una liga digna: “Juéguensela!”

Una vez superada la lesión, Jorelyn disputó tres campeonatos de la liga femenina de Colombia con el Deportivo Cali (2020, 2021 y 2022) en los que jugó 41 partidos, una cifra irrisoria si se tiene en cuenta que esa no es ni siquiera la cantidad de juegos que disputa un futbolista del equipo masculino en una temporada.

La futbolista caucana es una voz autorizada para pedir mejores condiciones para sus colegas y aunque es consciente de que se trata de un proceso, considera que las mujeres sí deberían tener una liga estable, que les permita dedicarse de lleno a su profesión.


¿Qué opina de la forma en que se trata a las futbolistas en Colombia con una liga de tres o cuatro meses?

La verdad es algo complejo, pero yo siempre he dicho que no podemos pretender que de la noche a la mañana nosotras tengamos unos salarios de los cuales podamos decir: “Nos dedicamos a esto y ya”. Todo tiene su proceso y hay que empezar con unas buenas estructuras para que después todo se mantenga. Siento que igual lo hemos ido logrando. La selección ha dado un gran aporte, un impulso, para que la gente se emocione con el fútbol femenino. Obviamente hay que ser persistentes, constantes, para que la gente voltee a mirar y diga bueno, sí hay cómo hacerla y, obviamente, con el aporte de todas las empresas privadas, para que los clubes también tengan una ganancia, como ocurre con el masculino. Entonces yo creo que hay que seguir por este camino, para que esta liga el día de mañana sea como lo son las ligas en Europa, como lo es aquí en Inglaterra. Y creo que algo importante es lo que hacemos nosotras, para llamar la atención y que se fijen en otras futbolistas de Colombia. Si empezamos a invertirle a nuestra liga tendremos más jugadoras por fuera y mañana también nosotros obtendremos una ganancia; en unos años muchas niñas podrán decir: “Me voy a dedicar a esto y ya está”.


Como referente del fútbol femenino colombiano ¿Qué les diría a los directivos para que le apuesten con convicción a la liga femenina?

Pues yo les diría: ¡Juéguensela! Nosotras hemos ido hablando con resultados, con trabajo por eso hace poco la Copa Libertadores se hizo en nuestro país. Es jugársela, nosotras como mujeres somos muy persistentes ante lo que nos gusta. Sabemos que, si la Dimayor cree y se la juega, las cosas se van a dar. Obviamente, las jugadoras también podemos aportar. Aprovecho también para hacer un llamado a todas las futbolistas, porque si eso se llega a dar, las futbolistas deben comprometerse a prepararse bien, cuidarte, como una futbolista profesional. Hay que tener en cuenta el trabajo que hicieron las chicas de la Sub-17, sub campeonas del mundo, lo que hicimos nosotras en el mundial, son peldaños que hemos ido ganando para que ellos puedan decir que están errando al no a hacer el aporte que se requiere para que la liga femenina nuestro país crezca y sea una realidad.


¿Cómo fue la experiencia del mundial, cómo lo vivió?

¡Una locura total! Es algo con lo que todo futbolista sueña, llegar a la competencia élite. El mundial es otra cosa. Yo siempre me dedico a trabajar y trabajar y sé que, si las cosas van a ser para mí, todo se va a dar. Mi trabajo y mis acciones las irán atrayendo. Por eso yo ni siquiera me las creía, sólo hasta que jugamos el primer partido, al ver tanta gente, el estadio lleno. En esa imagen que le dio la vuelta al mundo, con mis lágrimas fue porque detrás de todo eso había tristezas, cosas personales vividas, el pensar que estaba ahí cumpliendo ese sueño después de haber tenido dos años y medio creyendo que de pronto no iba a volver a jugar. Me emocionaba también ver tantos colombianos apoyándonos. Pensaba en mi familia, porque todos siempre han estados conectados conmigo, nunca me han dicho no, siempre han estado ahí, para las que sea conmigo. Entonces la verdad es que fue algo fuera de órbita, por así decirlo.

Fue especial además por el trabajo que hicimos con las compañeras de la selección también. Todas vibramos por una sola ilusión que era poder estar en esa final y ser campeonas. Y luego toda esa buena vibra que nos brindó Colombia, era algo que todos los días nos hacía levantar súper motivadas, ilusionadas en creer que sí podíamos, y eso era lo que nos generaba esa adrenalina dentro del campo y nos hacía correr, meter, luchar hasta el último minuto. Y yo creo que, así como nosotros lo vivimos y todas las personas que estuvieron allá en Australia, lo mismo sintieron todos los que estuvieron madrugando con nosotros desde casa.


¿Gracias al mundial se da la posibilidad de ir al Brighton?

El acercamiento con Brighton se tuvo desde el año anterior al mundial, pero no quería tomar una decisión de la noche a la mañana, así no funciona. Ya luego del mundial el interés fue mucho mayor, aunque tenía otras ofertas igual sabía que tenía mi contrato con Atlético Mineiro y no quería apresurar las cosas y hacerlas mal. También fue algo difícil a la hora de concretar si el club podía pagar lo que pedía Atlético Mineiro para poder irme. Fueron dos semanitas, digámoslo así, un poquito complejas, aparte estaba reciente lo del fallecimiento de mi hermano, pero como lo dije anteriormente, lo que lo que Dios tiene para uno no es para nadie más. Y al final las cosas se dieron. Salí muy agradecida del Atlético Mineiro, fue una gran experiencia en una liga que también me gusta mucho.

¿Y qué encontraste al llegar a Inglaterra? Imagino que se nota la diferencia con lo que tenemos aquí…

La verdad es que sí. Las instalaciones, la organización, la verdad es que no hay como quejarse. Aquí, lo que tiene el masculino, lo tiene el femenino. Los campos son una cosa totalmente diferente, es como jugar sobre un tapete. Y también me han recibido de la mejor manera, están súper pendientes, son unas buenas compañeras y siento que eso ha facilitado un poco más mi actuación aquí. Y bueno, ya el tema del clima y del idioma son algo que le por ahí ya le voy cogiendo el tiro.


Allá existe convenio colectivo y las futbolistas tienen un estatus…

La verdad es que literalmente se vive como en el masculino, o sea, en los clubes. Además, el nivel de la liga es muy alto, muy parejo, no hay grandes goleadas y en cada club hay dos, tres, cinco jugadoras top. La verdad es que es otro nivel y por eso estoy feliz acá. Espero aprender muchísimo, disfrutar y consolidarme en este club y que todo eso sea un plus para mi aporte a la Selección Colombia.

¿Qué mensaje les darías a las mujeres futbolistas en Colombia, especialmente a esas chicas que están luchando día a día por tener una liga, por ser profesionales, por cumplir su sueño como tú lo cumpliste?

A todas mis compañeras de nuestra liga femenina, decirles que sigan luchando, que sigan siendo pacientes y persistentes porque yo sé que pronto nuestra liga va a tener un cambio, una mejoría. Y a todas las chicas que están en las escuelas de formación, que crean, que sean disciplinadas y ante todo no pierdan el foco de que se puede soñar con ser futbolista profesional y que este es un deporte fantástico.

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