Un emotivo gesto del árbitro Wílmar Roldán, al entregarle el balón y regalarle sus tarjetas, marcó la despedida de Jhonny Alexander Vásquez como futbolista profesional, el 15 de noviembre pasado. A sus 37 años, el futbolista nacido en Santander de Quilichao, Cauca, decidió dar este paso, con la tranquilidad que da la misión cumplida y con el reto de darle el tiempo que no pudo mientras jugaba a su familia, especialmente a sus hijos Manuela y Alejandro.
Ahora su meta profesional es ser un gran director técnico y para eso ya se ha venido preparando desde hace algunos años, por lo que ya cuenta con la licencia Pro de la FCF y se alista para estudiar una maestría en fútbol de alto rendimiento.

La de Jhonny fue una carrera llena de cosas muy gratificantes, como lo fueron los ascensos a primera con el América y el Pereira, y el título de liga con el equipo ‘matecaña’ en el 2022, así como cumplir su sueño de disputar una Copa Libertadores. Sin embargo, ese camino profesional también estuvo marcado por situaciones muy difíciles, como lo fue la leucemia que le diagnosticaron en el 2015, mientras estaba en el Junior o los abusos por parte de algunos directivos del fútbol, aprovechándose de su necesidad de mantener a su familia.
Por esto, Vásquez destaca la labor de ACOLFUTPRO para dignificar la profesión del futbolista y le hace un llamado de unión a los futbolistas para que apoyen a la agremiación y entre todos se exijan mejores condiciones para ejercer su trabajo.
Tan solo unas semanas después de la fecha de su retiro, Jhonny habló con EL FUTBOLISTA y compartió algunos detalles de su carrera, que ejerció con gran compromiso y entrega durante 17 años, desde que debutó en el Deportivo Cali.

¿Cómo está hoy, unas semanas después de haber disputado el último partido como futbolista profesional?
Yo me siento muy tranquilo, siento que tome la decisión muy bien pensada, al lado de los míos, siendo ellos la prioridad de todo. Siento que necesitaba tiempo con ellos, necesitaba dedicarme también a los quehaceres de ellos. Y bueno, gracias a Dios he disfrutado este tiempo también mirando algunos proyectos de la mano del fútbol y con el objetivo primordial de estudiar.
Vimos el bonito gesto de Wilmar Roldán en su último partido… ¿Cómo fue eso? ¿Qué le dijo?
Yo me despedí de Wilmar Roldán en Barranquilla, en el partido contra Junior. Yo le dije que muchas gracias que ya había tomado la decisión de retirarme. Hablamos antes del partido, nos dimos un abrazo y ya. Pero resulta que para el último partido lo designaron a él y me dio risa porque dije, ahora qué me va a decir. Pues cuando yo estaba haciendo mis ejercicios de movilidad, me llamó el utilero y me dijo que Wilmer me había mandado una camiseta firmada. Nooo, qué alegría, era la de la Conmebol Libertadores. Yo fui a saludarlo, a agradecerle, conversamos un rato, nos reímos y bueno, ya cuando terminó el partido me entrega el balón y las tarjetas. Eso habla del ser humano que es él. Esa es una historia muy bacana, muy bonita, porque él es uno de los mejores, sí o sí y que haga eso con uno, pues eso tiene un significado especial.

¿Y en qué momento decidió usted o se da cuenta de que llegó la hora de decir no juego más?
Al principio de este semestre sentía que el momento se iba acercando porque tuve muchas lesiones y esas lesiones van desencadenando eso. También sentía que era el momento de una u otra forma, soltar, el peso que estaba cargando aquí en la institución. A veces, ser capitán no es fácil, se cargan muchas emociones y muchas situaciones. Yo sentía que a veces no tenía paz y tranquilidad entonces le doy prioridad a mi tranquilidad, a mi felicidad. Y bueno, ya finalizando el año dije, es justo y necesario y lo voy a anunciar.
Yo se los comenté a mi pareja, a mis hijos, de que el momento se estaba acercando porque sentía que se estaba haciendo algo muy tedioso para mí, todas esas cargas emocionales que estaba viviendo y que era el momento también de desprenderme, de tener mi tranquilidad y tener tiempo de calidad con ellos.
¿Desde cuándo empezó a abonar ese terreno de la transición de futbolista activo a dejar la actividad y en qué aspectos empezó a trabajar?
El estudio ha sido fundamental y por eso ya tengo las licencias de entrenador. Tengo la C, B, A y Pro. Mi ilusión hoy por hoy es dirigir, pero soy consciente de que tengo que llevar un tiempo de preparación. Sé también que el 2025 será un tiempo donde tengo que relacionarme con técnicos, aprender, preguntar. Inquietarme por sumar sesiones de entrenamiento desde el área técnica. También hemos trabajado en crear el campamento Johnny Vásquez, llevamos poco tiempo y esperamos que tome fuerza; también crear una academia de personalizados aquí en Pereira. Yo siento que a los niños hoy por hoy hay que inculcarles valores, más que pensar en tener el próximo Cristiano Ronaldo, Messi, James. Es estar en la mitad entre padres e hijos para ayudar a inculcar valores porque los niños, por medio del balón, son muy receptivos. Entonces he encontrado eso y me ha apasionando bastante.
Háblemos un poco sobre ese emprendimiento, del campamento Jhonny Vásquez…
Eso surgió este año, finalizando octubre, pensando en hacer unas vacaciones recreativas. Y después nos salió la idea de montar un campamento deportivo, donde comenzamos a estructurar dos planes, horarios, etc. En ese campamento tenemos entrenamiento, charlas con profesionales como nutricionista, psicología, analistas de video, fisioterapeutas, preparadores físicos. Y vamos a contar con el apoyo del profe Alejandro Restrepo, que sé que le va a agradar mucho a los niños de Pereira, que es una ciudad que se ha identificado mucho con nosotros, con lo que es Restrepo como técnico y con Johnny Vásquez como futbolista. Este campamento se hará cada seis meses y también el profe estaba muy agradecido con estas tierras que lo acogieron bien, lo han arropado. Él siente que es una forma de retribuir todo ese cariño que he recibido.
¿Qué recuerda de su debut, aquel 4 de febrero del 2007, contra el Quindío?
Yo era el de la norma del Sub-20 y estaba el profe (Ómar) Labruna y me dijo: “Vas a jugar porque te lo has ganado, has trabajado bien, me ha gustado mucho”. Comencé con poquito tiempo, creo que fueron 20 minutos que comencé y después, gracias a Dios, me logré consolidar como titular. Sumé en ese semestre más de 20 partidos ya de 90 minutos. Creo que fue una bendición muy, muy grande, porque había grandes compañeros que estaban en esa posición y poder consolidarme ahí hoy todavía me llena de orgullo, porque sé que estuve con compañeros de mucha experiencia.
¿Siempre jugó en la posición de volante de marca?
Siempre de volante de marca. Aunque ahora último me gustó mucho lo de central.
¿Cómo fue la experiencia de jugar con el América en la B y conseguir el anhelado ascenso?
Sí fue esa es una historia muy bonita porque llegué solamente por seis meses con la opción de que si ascendíamos se renovaba. Yo venía de Junior y era un reto grande porque de la A pasar a la B y no lograr el objetivo pasaba al olvido. Y tomé la decisión porque siempre he dicho que uno tiene que asumir los retos para darse cuenta y después contar las historias. Te das de cuenta para que estás hecho y después contar la historia de lo que se vivió. Y gracias a Dios fue un acierto, llegar y en esos seis meses pudimos consolidar un grupo y obtener ese ascenso, algo que seguramente va a quedar para la historia. Después pudimos salvar la categoría con América en el 2017, no fue nada fácil por ese tema del promedio.

En Pereira vivió una historia parecida, con otro equipo que estaba ya hace mucho tiempo en la B y llega usted en el 2019 y lograron ascender… ¿Cómo fue esa experiencia?
Sí, fue muy bonito. Los dos años anteriores Deportivo Pereira tuvo la posibilidad ascender y en el último minuto les marcaron un gol que les hizo seguir en la B. La hinchada y la ciudad tenía poca credibilidad frente al Deportivo Pereira y nosotros teníamos que revertir esa situación. El primer semestre logramos ser campeones, la gente se comenzó a motivar y a creer en el equipo y a medida que avanzaba el segundo semestre, seguimos sumando puntos para la reclasificación. La gente iba creyendo más, mucho más. Y hasta que logramos ascender en diciembre. De ahí para acá, el Deportivo Pereira tuvo un crecimiento muy, muy grande, la verdad.
Y se afianzó allí pues jugó cinco temporadas seguidas con el Pereira y hasta salió campeón…
Sí, muy soñado todo, la verdad. Me pasaron cosas increíbles en esta ciudad. Después del ascenso pasaron cosas que van a quedar marcadas en el alma, en mi corazón, en mi mente, porque no pensé que pudiera ser campeón y aquí pude, no había jugado Copa Libertadores y en el Deportivo Pereira tuve la posibilidad de jugarla. También tuve la posibilidad de jugar una final y ser goleado 5-0, (con Nacional en la Copa BetPlay) Las goleadas uno las tiene que tomar para saber perder… después de saber perder y aceptarlas viene la bendición y la bendición para para cada uno de nosotros y para la ciudad fue ser campeones. Aprendimos que era una derrota para después levantarnos. Pasamos de la burla, a ser cabeza. La gente aquí me ha dado mucho cariño, me ha respetado demasiado y yo lo único que tengo aquí con la ciudad y la hinchada es gratitud. Mucha gratitud.
Galería de imágenes de Jhonny Vásquez
Jhonny Vásquez¿Qué ha sido lo más gratificante en su carrera?
Lo mejor de ser futbolista ha sido los principios y valores que me ha dejado el deporte. Creo que eso ha sido lo mejor porque el fútbol se acaba, como me pasa a mí, pero lo más bonito es lo que me ha dejado como enseñanza: disciplina, respeto, dignificar la profesión. Eso ha sido lo más lindo.
¿Cómo vivió ese momento difícil del 2015, cuando estaba en el Junior, y le diagnosticaron leucemia?
Fue un momento bastante duro. Yo he tenido varios episodios duros en mi vida: la pérdida de mis hermanos, la separación de mi papá y ese diagnóstico. Creo que son cosas duras, pero la clave es cómo las afronta uno y yo aprendí que uno no puede quedarse en la queja, en el llanto, sino en preguntarse ¿para qué me sirve esto? Porque si me quedo diciendo ¿por qué a mí? me voy a dar látigo y no voy a poder avanzar. En cambio, si digo ¿para qué? voy a sacar una enseñanza. De cada circunstancia hay una enseñanza. Hoy miro las cosas de un lado diferente por eso sueño con dirigir y aportar algo, partiendo de lo que me ha pasado a mí.
Fue un momento difícil porque pensaba en qué iba a pasar con mis hijos. Yo quería verlos crecer, pues en el momento que te dicen leucemia lo relacionas con la muerte. Yo lo relacioné así, pensaba en eso, pero después comencé a cada doblegar mis rodillas y fui organizando, alineando todo, entrelazando todo, gracias a Dios y pues logré superarlo y hoy, como dice el dicho, estoy contando el cuento.
¿Sintió el apoyo de los colegas, de la gente del fútbol?
Sí de mis compañeros que se identificaron demasiado en ese momento: Sebastián Viera, ‘El Búfalo’ Ovelar, ‘Caracho’ Domínguez, ‘Pecoso’ Correa, Camilo Ayala, la verdad que muchos compañeros, muchos colegas estuvieron ahí presentes.
¿Cuál fue el mejor partido que jugó en su vida?
El que más disfruté fue con Boca, aquí en Pereira, que ganamos 1-0. Jugué en una posición diferente de central y lo disfruté al máximo. Era un sueño porque de niño lo veía lejos de pronto jugar en la Bombonera, enfrentar a Boca, por lo que siempre fui hincha de esa institución, que tuvo grandes colombianos que marcaron una historia como Óscar Córdoba, Jorge Bermúdez, ‘Chicho Serna’, Fabián Vargas, Amaranto Perea. Madrugaba a ver los partidos de la intercontinental y por eso tener el privilegio de tenerlos aquí en Pereira y competir, y poder ganar fue muy bacano, muy bonito.
¿El mejor gol o el más especial que recuerde en su carrera?
Uno aquí en Pereira, en el 2021. Me gustó mucho por lo que significó. Estábamos nosotros perdiendo 1-2 y en otras plazas se estaban dando los resultados que nos afectaban en la tabla del descenso… Eso fue cuando Boyacá Chicó permitió que Águilas jugara con siete futbolistas. Después terminamos ganando 4-2. Yo hice el tercero.
¿Cuál ha sido el mejor amigo que le ha dejado el fútbol?
Camilo Ayala. Nos conocimos en el Cali, desde ahí él me dice ‘El Pregonero’ porque yo en las vacaciones trabajaba como ayudante de bus intermunicipal y yo iba en la puerta gritando “Santander, Santander, Santander”: Un día él estaba en el paradero de Carrefour y me vio. Desde ahí comenzamos una gran amistad. Después el fútbol nos volvió a juntar en el América, donde conformamos un excelente grupo y en Águilas, que fue ese equipo que casi termina en la final. Él es muy buen líder y un gran ser humano y la verdad que es uno de mis mejores amigos, de los que me ha dado el fútbol
¿Hubo algo que le quedó faltando por hacer o cumplir como futbolista?
No, me siento privilegiado de lo que conseguí, muy privilegiado. Soñaba terminar mi carrera en el Deportivo Pereira y lo dije en algún momento, porque esta ciudad me lo ha dado todo. Entonces terminé muy bien, contento. Uno quisiera como jugador ganar una cantidad de títulos, pero yo con los que gané aquí me siento muy, muy feliz, la verdad.
Es a lo que se le puede llamar ser exitoso…
Sí, y lo veo exitoso porque gestioné y cuando tú gestionas para ganar es porque estás buscando el éxito. El éxito no llega sin trabajarlo, lo tienes que cultivar. Siento que cultivé y puede haber cultivado desde que arranqué mi carrera en el Cali, pasé por todos esos equipos y vine a recibir el fruto aquí en el Deportivo Pereira. Sabemos dónde sembramos en cada acto que hacemos, pero Dios es el que sabe cuándo te va a dar el fruto. Estoy convencido de que Dios escogió esta tierra prometida para mí.
¿Cómo ha visto la evolución de las condiciones del futbolista como trabajador, gracias al trabajo de ACOLFUTPRO?
ACOLFUTPRO ha sido muy importante, ha dado un paso muy grande hacia esa evolución. Porque yo me acuerdo que en el 2010 jugaba en el Deportivo Pasto y a mí se me demoran en pagar los salarios. Incluso me dijeron te pagamos un mes y quedamos a paz y salvo. En ese momento ya iba a nacer mi hija y yo tenía que coger eso. Por la necesidad, nos tocaba estar sometidos. Hoy, gracias a Dios y a ACOLFUTPRO tenemos garantías, tenemos tranquilidad de que los clubes no se pueden pasar de dos meses sin pagar. Además, tenemos la convicción de que nosotros como jugadores podemos soñar, podemos crecer y podemos invertir para tener una excelente y terminación de nuestra carrera y poder emprender en algo, tener una tranquilidad y una estabilidad ya.
ACOLFUTPRO siempre nos mantiene informados de lo que está pasando en las reuniones que hacen con los equipos, siempre nos están aclarando dudas y nosotros también preguntando, sugiriendo. Siempre he encontrado una respuesta. Esa cercanía con nosotros ha sido muy positiva.
¿Cree que falta más unión de los futbolistas para exigir que no se vulneren sus derechos?
Siempre he manifestado que el día que nosotros, el gremio de futbolistas, nos decidamos a tomar decisiones fuertes, ese día vamos a ser escuchados. También soy consciente que se ha decidido hacer una huelga, pero no se han escogido los momentos oportunos, porque ha sido en medio del campeonato: entonces si uno no dice que no se presenta, llevan a la sub-20, o no se puede porque se está peleando el descenso o la clasificación a las finales, entonces se juegan muchos intereses. Debería ser antes de antes de comenzar un torneo, donde todos están desde cero. Pero siempre lo he dicho, se necesita un poco más de unión y más fuerza para poder llevar todo esto a un buen término, que es que nos den mejores condiciones, porque las necesitamos y las merecemos. Los futbolistas somos los que mueven el deporte aquí en Colombia, Todos quieren ver fútbol el fin de semana.
¿Qué mensaje les daría a los futbolistas profesionales de Colombia?
Lo que siempre pregoné a los muchachos: que, como futbolistas, dignifiquemos nuestra profesión porque es hermosa y como tal la tenemos que hacer respetar, pensando en nuestro futuro. También les digo que disfruten su carrera al máximo, que saquen provecho de todo y que la unión de todos haga la fuerza para que cada vez se avance más hacia lo que se quiere, que son mejores condiciones no solamente para ellos, sino para para todos los que están alrededor de este lindo deporte.
¿Cuál es su sueño, cómo se ha visualizado después de retirarse como futbolista profesional?
Mi primer sueño es prepararme. Voy a hacer el Máster en fútbol de alto rendimiento en la MBP School. Después, tener la posibilidad de dirigir y el sueño más grande, ser uno de los mejores técnicos, dirigir a un buen nivel y soñar con dirigir selecciones de otros países, clubes del exterior. El sueño es muy grande y cuando el sueño es grande, eso significa que la preparación tiene que ser aún más fuerte.
