Referentes | Diego Alejandro Martínez
Un guardián del arco y de los perros maltratados en Pasto
El arquero del Deportivo Pasto combina su actividad como futbolista con una generosa labor animalista en la capital nariñense: rescatar perros maltratados para darles refugio mientras encuentra quién los adopte. El futbolista quindiano nos habló de su carrera en el fútbol y también nos contó sobre esta iniciativa, en la que trabaja diariamente con sus propios recursos y buscando apoyo entre sus amigos, todo con el fin de salvar del maltrato a muchos perros y encontrarles un hogar.
Desde que era un niño Diego Alejandro Martínez empezó a desarrollar su instinto protector, un llamado para convertirse en guardián. Salvar y proteger son dos verbos que encierran una filosofía de vida para este referente del fútbol colombiano. Su disciplina y su férreo carácter le sirvieron para adueñarse del arco en la escuela de fútbol de La Tebaida, el municipio quindiano donde nació y donde comenzó a mostrar su talento como guardameta llevando a su equipo a destacarse en varios torneos regionales de las categorías infantiles y juveniles.
En el 2004, cuando La Tebaida conformó un equipo para participar en la Primera C, a nadie le sorprendió que Diego fuera convocado, aunque solo tuviera 15 años en ese entonces, pues ya tenía un enorme talento y había forjado una gran personalidad que, entre otras cosas, le sirvió para esperar pacientemente su oportunidad. Lo que no se imaginaba es que esta le llegara tan rápido, pues tras una lesión del portero titular, el técnico Óscar Ocampo le dio la confianza y él la aprovechó para quedarse con el puesto.
En el 2005 La Tebaida Fútbol Club se hizo imbatible en su estadio, el Alpidio Mejía, lo que le valió para clasificar a la final nacional que se disputó en Ipiales. Diego Martínez mantuvo su valla invicta y el equipo, superando la dificultad de la altitud se encarriló rápidamente hacia el título al superar al Atlético Bucaramanga, al Atlético Sahagún de Córdoba y al local Ipiales F.C.
“Ese torneo fue un trampolín para mi carrera profesional. Me significó mi primer contrato”, recuerda Diego, quien fue visto en ese torneo por Carlos Rendón, quien era el director de las divisiones menores del Deportivo Pasto y buscaba nuevos talentos.
Desde allí todo pasó muy rápido. Rendón quedó convencido del talento del portero quindiano e hizo que el Pasto le arreglara una vinculación inmediata a sus divisiones menores. Así fue como pactaron con su padre un contrato por tres años y desde enero del 2006 comenzó a entrenar con los juveniles del club nariñense. Muy pronto pasó a ser el portero titular del equipo de la Primera C y pocas semanas después el técnico Óscar Quintabani comenzó a acercarlo al primer equipo, ese que dio la sorpresa y salió campeón de la Liga I, al vencer en la final al Deportivo Cali.
Aquel 6 de abril…
El estreno de Diego como futbolista profesional se dio en un partido extraño, algo accidentado, disputado contra Millonarios el 6 de abril del 2008 en el estadio Libertad. El rival era Millonarios y ese domingo Diego, quien estaba en el banco de suplentes, tuvo que ingresar por la expulsión del arquero titular Milton Patiño. Fueron solo unos minutos, pero una gran felicidad para Martínez en el escenario de la que iba a ser su casa por varios años.
“Yo tenía 18 años y bueno, fue un gran paso en mi proceso con el Pasto. Tú sabes que para el arquero siempre es un poco más complicado debutar rápido o ganarse la titularidad”, recuerda Diego, quien después vivió en carne propia el descenso del Pasto en la temporada 2009 y se quedó allí dos años más.
El gol que anotó como delantero
No toda la vida futbolística de Diego Martínez ha transcurrido defendiendo el arco. Cuando el Pasto regresó a la Primera B en los torneos del 2010, el quindiano tuvo que archivar los guantes temporalmente porque fue alineado como delantero, debido a las dificultades que tuvo en su momento el técnico Jorge Luis Bernal para conformar la nómina.
“Es una etapa de mi carrera que no conoce mucha gente. Me tocó jugar de delantero por por obligación, porque se lesionaron unos jugadores y me pusieron en unos siete partidos en esa posición”, relata Diego, quien incluso fue titular como atacante, ya que el portero titular era Julián Mesa.
“El profe me vio que tenía muy buena técnica y un día me preguntó que si quería jugar como delantero. Así empecé a entrenar como atacante y en los partidos iba al banco como jugador de campo”, explicó.
Diego recuerda gratamente aquel partido en el que se vistió de héroe del equipo pastuso al anotar el gol del triunfo, en su visita al Juventud Girardot, el 24 de julio de 2010. Al término del primer tiempo su equipo perdía 1-0 y el técnico Bernal lo envió al campo para la segunda mitad, en reemplazo de Kevin Rendón. Zamir Valoyes anotó el gol del empate a los 58 minutos y a los 72, tras un remate de Valoyes el portero Borja dio rebote y Martínez lo aprovechó para marcar el gol del triunfo. “Creo que muy pocos arqueros pueden contar que a nivel profesional hayan jugado como delanteros y que marcaran gol. Tal vez lo hizo Jorge campos en México. No sé quién más pueda tener ese registro”, afirmó, Diego quien luego volvió a anotar un gol de penalti, cuando era portero del Jaguares de Córdoba.
En el 2011, ya como arquero, Martínez tuvo poca participación en aquel Pasto que consiguió el ascenso y por eso decidió aceptar la oferta del Jaguares con el que jugó el torneo de la B entre 2012 (cuando aún era Sucre F.C.) y el 2014, cuando alcanzó el ascenso con el club cordobés. Después, Martínez defendió el arco de equipos como el Cúcuta Deportivo, Patriotas Boyacá, Santa Fe y Deportes Quindío, antes de regresar al Pasto, al equipo que lo vio nacer como futbolista, en el 2022 donde se mantiene hasta la fecha.
Así se convirtió en protector de los perros
Un regalo de cumpleaños le dio un giro a su vida. Cuando cumplió 30 su esposa le obsequió a Toti, una perra bulldog francés, que fue rescatada en un criadero por una fundación animalista de Medellín, cuando estaba a punto de morir a causa del maltrato y el abandono.
La historia de Toti conmovió al futbolista, quien desde ahí se comprometió en trabajar por salvar a la mayor cantidad de perros que pueda en la ciudad de Pasto, una tarea compleja en la que él mismo ha tenido que enfrentarse a personas que tratan con crueldad a los caninos, para rescatarlos y llevarlos a los refugios en los que él paga por su cuidado y alimentación mientras aparecen personas que quieran adoptarlos. Hace un gran esfuerzo económico, pero disfruta de esta labor en la que se apoya de todo y de todos: compañeros de equipo, vecinos, amigos, autoridades locales, fundaciones animalistas, etc. Diego lucha diariamente por los derechos de los perros indefensos y por mejorarles su calidad de vida y lo hace con amor y con la fuerza que le da ese espíritu protector y vigilante.
EL FUTBOLISTA: ¿Qué lo motivó a convertirse en un activista contra el maltrato animal, específicamente contra los perros?
Diego Martínez: Fue algo que surgió después de adoptar mi perrita. Me di cuenta del sufrimiento de muchos perros en la calle, tantos que hay y tantas personas que los maltratan. Yo empecé basado en el sufrimiento que había tenido mi perrita, porque hay muchos criaderos donde solo los tienen para reproducción. La mía ya había dado cinco o seis crías y ya la habían desechado. Ahora tiene un hogar donde nunca le falta nada. Ahí nació esa iniciativa de ayudar a todos los perritos de la calle y lo hago de forma particular, eso lo quiero dejar bien claro. No lo hago con ninguna fundación sino a nivel particular. Yo mismo voy al lugar donde hay un perro maltratado para rescatarlo, para desamarrarlo. Obviamente tengo personas que me ayudan, como los hogares de paso o refugios donde me han cuidado todos los perros que he rescatado. Puedo hacer una cuenta de unos 40 perros en estos tres años que he podido rescatar, que he podido recuperar y que les he podido encontrar un hogar.
Explíquenos más sobre los rescates…
Es un tema bastante complejo, porque en algunos casos hay que llegar con la policía y con abogado y hasta hemos recibido agresiones porque hay casos en los que los dueños no los quieren entregar. He visto perritos que ya están en los huesos, amarrados a un palo con cadena, los dejan afuera de la casa, al sol y al agua. Iba en el carro y veía un perrito en la calle, lo cogía y lo llevaba. Sentía mucha tristeza, hasta me estresaba muchísimo por no poderlos ayudar a todos y empecé a investigar, a preguntar a personas que conocen del tema y me hablaron de los refugios, me dijeron que es muy difícil ayudar a todos, pero que con uno que rescatemos podríamos cambiar el mundo. Eso es suficiente para mí, es una alegría enorme, no lo hago por ningún interés diferente al de ayudarlos.
¿Qué sigue después del rescate del perro?
Lo que hacemos normalmente es rescatarlo, llevarlo al veterinario para que le hagan una revisión completa. Empezamos el proceso para recuperarle peso o recuperarlo si tiene alguna enfermedad. Obviamente luego hay que darle un hogar, un techo que tenga tres o cuatro veces su comida al día, que tenga su espacio, que tenga paseos. Unos meses después, cuando lo hemos recuperado bien, lo esterilizamos. Y ahí el proceso que sigue es para que lo adopten. Eso es básicamente lo que hago, lo que he hecho durante todos estos años y lo que voy a seguir haciendo hasta donde Dios me lo permita, hasta donde yo pueda, porque económicamente es un gasto realmente grande.
¿Cuánto puede gastar mensualmente en esa tarea?
No te puedo dar una cifra concreta. Una vez alcancé a tener diez perros en guardería y me tocaba pagar la guardería, la comida, vacunas, recuperación, pagar esterilizaciones. Bueno, son mil cosas. Afortunadamente he contado con amigos, compañeros del equipo que me han ayudado y siempre me ayudan y afortunadamente a ninguno le ha hecho falta absolutamente nada en este momento. Yo trato de tener un cupo hasta que me los adopten y ya vuelvo a abrir otro cupo, no me puedo extender a tener 50 o 100 perros porque no tengo cómo mantenerlos, es la realidad. Hay que pagarles guardería, el hogar de paso o el refugio y pues recibo ayudas de mis amigos. Hay mucha gente que sabe que yo vendo guayos y todas las ganancias son para los perros. Me toca vender muchos guayos mensualmente para poder ayudarlos a todos… Estoy buscando la forma de poder conseguir recursos, es con plata.
Sabemos que además usted apoya fundaciones que cuidan animales…
Sí, conozco muchas fundaciones y trato de ayudarles con donaciones. Les doy por ejemplo mi camiseta para que la rifen, o recolecto dinero con mis amigos y compro comida. En diciembre pasado regalamos diez bultos de comida a una fundación, a otra le regalamos 20 esterilizaciones para perros y gatos.
¿Cuántos refugios hay en Pasto?
Hay muchos refugios acá en la ciudad de Pasto. Hay unos que son campestres y otros que están dentro la ciudad, que son casas normales en los barrios. La gente a la que le gustan los animales abre un espacio en su hogar y nos cuidan un perrito como si fuera suyo.
¿Es complicado encontrar quien adopte los perros?
Ese es el tema más difícil. Nosotros hacemos un proceso más o menos parecido al que me hicieron cuando adopté mi perrita. Donde se averigua todo, cómo viven, cómo lo pueden sostener, dónde lo van a tener. Aprendí de eso y lo aplicamos. Yo digo que el día en que les pueda encontrar un buen hogar, los entrego. ¿Por qué? Porque en el lugar donde ellos están ahora les no les falta ni la comida, ni la dormida, ni el amor, ni el paseo, así que en los hogares de paso están bien. Por eso el día que encuentre un buen hogar, pues obviamente se entrega vacunado y esterilizado, firmando un contrato de responsabilidad.
¿Sus compañeros del Pasto le colaboran? ¿Han adoptado perros de sus refugios?
Sí, algunos de los compañeros que tuve el año pasado, entre ellos Facundo Ospitaleche, el uruguayo. Él adoptó una perrita callejera que se llama Colombia. Fue un proceso complicado para que la llevara. Nos tocó ir en diciembre hasta la frontera con Ecuador para sacar los permisos, los papeles, fueron mil cosas, pero se la pudo llevar. Todos saben que me encantan los perros. Yo molesto a mis amigos, les pido colaboración, a los que saben realmente cómo es el tema: el año pasado llevé a un refugio a Mariano Vázquez, a Facundo Bonet, a Facundo Ospitaleche, Jason Medina, Camilo Ayala, Adrián Estacio, Carlos Hidalgo, Kevin Rendón. Todos mis amigos cercanos, ellos, mis amigos cercanos a ellos los llevé al lugar para que conocieran, para que estuvieran enterados. A ellos los molesto.
¿Qué mensaje les quiere dar a todos sus colegas?
Agradecerles a todos los que me han ayudado en estos años y al que se quiera vincular, como les digo, pueden donar un bulto de comida, cobijas, platos, agua, una vacuna, una esterilización, es mucho más fácil. Quiero concientizar a todas las personas, a mis colegas, a las personas en general, que tener un animal es como tener un hijo. Ellos también necesitan tiempo y lo más responsable que se puede hacer en este en este momento con los animales es esterilizarlos porque hay muchos perros en las en las calles, en guarderías, en refugios que están esperando un nuevo hogar. No hay nada mejor que la compañía y la fidelidad que nos puede dar un perrito.