El futbolista bogotano cerró un 2023 inolvidable luego de conseguir el ascenso a la primera división con Fortaleza CEIF. Apenas lleva seis años como profesional, pero muestra una gran madurez y liderazgo. Exalta la labor de ACOLFUTPRO y dice que hay que seguir insistiendo para lograr la negociación colectiva para mejorar las condiciones de empleo de los futbolistas, especialmente el calendario.

Daniel es el cuarto de seis hermanos de los Rivera Garzón, una familia bogotana en la que el fútbol significa la vida misma. Su padre lo intentó, pero no pudo concretar el sueño de ser futbolista profesional por una lesión y después se dedicó a inculcarles a sus hijos el amor por este deporte. De sus hermanos, fue Diego, el mayor, el primero en conseguir la meta de ser profesional, con Millonarios y el Real Cartagena en el torneo de ascenso. Javier y Jordan también jugaron, pero no llegaron a esta meta.

“Mi proceso de formación empezó en la escuela de Federico Valencia, que es un gran amigo de la familia y a quien le agradezco muchísimo por todo lo que tuve allí: grandes compañeros y amigos, así como entrenadores que fueron maravillosos, que me dejaron muchísimas enseñanzas y un legado”, dice Daniel quien pasó después a la escuela de Juanito Moreno.

Tras un breve paso por las inferiores de Millonarios, Daniel llego al club La Masía, dirigida por el profesor Eduardo Oliveros quien le dio la oportunidad de jugar Liga y el Torneo Nacional Sub 17, donde mostró todo su potencial al punto que fue el mismo profesor Oliveros, quien le propuso que se presentara a pruebas en el club Fortaleza CEIF. Así empezó todo para el hoy capitán del equipo que obtuvo por segunda vez en su historia el ascenso a primera división, tras vencer en la final del Torneo II al Cúcuta Deportivo y hacerse inalcanzable en la reclasificación, por la regularidad que tuvo durante todo el año.

La historia se cuenta rápido. Parece que pasa en un abrir y cerrar de ojos, sin embargo, para Daniel ha sido un proceso que ha llevado paso a paso, partido a partido y que le ha significado una gran cuota de sacrificio, mucho trabajo y una férrea disciplina.

¿Cómo decidió luchar por ser futbolista profesional?

Siempre tuve esa idea. Recuerdo que cuando me gradué del colegio y le entregué el cartón a mis papás, lo primero que me dijo mi papá fue ¿qué quieres hacer con tu vida? ¿Quieres estudiar o quieres jugar? Y mi decisión fue: quiero jugar, quiero intentarlo. Y al llegar acá, pues obviamente se generaron más expectativas, se abrieron más las puertas para alcanzar ese sueño de jugar fútbol profesional.

¿Qué ha sido lo más difícil que ha tenido que enfrentar en este tiempo?
Durante estos años, estos cinco años de carrera, no todo ha sido color de rosa. He tenido que esperar, he cometido errores que han costado partidos, que me han tenido que relegar, pero me considero una persona resiliente, muy perseverante, y creo que eso es lo que me ha llevado hoy en día a conseguir lo que lo que estoy logrando.

¿Siempre jugó como defensor central?

Tuve la oportunidad en mi niñez de pasar por todas las posiciones: fui arquero, delantero, extremo, incluso antes de ser un defensa central, fui lateral, jugaba por ambos perfiles, bien sea por izquierda, por derecha, aunque jugué más que todo por izquierda estando en Millonarios. Pero empecé a crecer y me vieron cualidades de que podía defender en esa posición de ser central. Y bueno, hoy en día amo esa posición.

¿Cómo fue ese proceso de transición en Fortaleza de las divisiones menores al primer equipo?

En el 2018 estaba en la sub 20 y a junto a varios compañeros nos llevaron a hacer la pretemporada con el equipo profesional. Por mi rendimiento con la Sub 20 tuve la oportunidad de que me fueran subiendo de a poco al equipo, demostrando que tenía cualidades. En abril llegó mi primera convocatoria, para un partido contra Real Santander en Bucaramanga, y pues yo feliz… A medida que me iba destacando en la Sub 20 haciendo buenas presentaciones en los partidos del torneo nacional me iban convocando. En ese primer semestre estuve en el banco en varios partidos y en el segundo semestre es donde tengo la oportunidad de estar presente en varios partidos desde el inicio.

¿Cómo fue el debut?

Recuerdo que, en los entrenamientos de esa época, todo el mundo sabía que eran muy contados los GPS… Normalmente al que le entregan el chaleco con el GPS era porque iba a jugar de titular y para sorpresa mía me entregaron a mí el chaleco para la primera fecha. Yo quedé sorprendido y quedé que con muchísima alegría de que de que iba a estar presente. Eso generaba nerviosismo, ansiedad porque iba a ser mi primer partido, era la primera fecha del torneo contra el Deportivo Pereira, que ese año fue el equipo que ascendió. Fue una bonita experiencia. También me ayudaron muchísimo los jugadores de que estaban ahí en ese entonces, como José Mondragón, Carlos Rueda, Julián Guerrero. Fue muy bonito ver esa acogida que me dieron… Fue muy emocionante, la verdad, poder ver a mis papás en el estadio de Cota, que era dónde jugábamos en ese entonces. Ver a mi papá con los ojos llorosos mientras yo cantaba el himno. Fue algo muy emocionante.

¿Cómo califica esta experiencia de ser futbolista profesional?

La verdad es una experiencia maravillosa la verdad, esto es una dicha, esto es un gozo porque es algo que uno hace con gozo, con alegría. Lo haría hasta gratis, obviamente, porque es algo que me apasiona y que amo, pero pues obviamente me genera muchísima alegría el poder llegar a aquí el día de hoy, después de tantos años poder lograr el ascenso. Es algo maravilloso culminar de esa manera.

¿Cómo se ganó la capitanía?

En el 2021 con el profe ‘Rolo’ (Nelson Flórez) tuve la oportunidad de ser capitán en el primer semestre. Después llegó Pedro (Franco) y obviamente con su trayectoria, con su experiencia, el profe decidió darle la capitanía. Yo pasé a ser el segundo, entonces tuve la oportunidad de aprenderle muchísimo a Pedro, que lo considero un gran amigo. Me ayudaba muchísimo a crecer como persona y como profesional. Ya este año llegó el profe Oliveros con su idea, con nuevas reglas, en donde la capitanía se elegía como mayor antigüedad en el equipo profesional, mayor cantidad de partidos con el equipo y por un voto entre todos los compañeros. Yo tengo la oportunidad de ser el jugador con más partidos en el equipo hasta el momento y así mismo con más años de antigüedad. Entonces con eso ya podía ser el primer capitán.

Ahora va a jugar en primera división, pero ¿cómo fue la experiencia de jugar en la Primera B?

Bueno, cuando yo debuté todo el tiempo me decían que era un torneo muy físico con jugadores de muchísima velocidad, muy fuertes, que había mucho choque y cuando debuté lo comprobé muchísimo, sobre todo con equipos de la costa, del Valle… Pero eso ha venido cambiando ya no es tanto choque ni fuerza, sino más que todo de inteligencia.

¿Cree que tener una tercera división y que haya descenso mejoraría el nivel del torneo?

La competencia es muy buena, pero obviamente uno ve el torneo más que todo como para mostrar jugadores. Así fue el inicio de este proyecto en ‘Forta’ en el año 2018, donde debutamos 17 jugadores. Para los equipos que son históricos como un Real Cartagena, un Cúcuta Deportivo, un Quindío, es obligatorio por su historia luchar por el ascenso volver a primera división y pelear siempre. Pero siempre hay una alta competitividad dentro de todos nosotros en el torneo.

Este año lograron el ascenso que les venía siendo esquivo ¿Cuál fue la clave?

¡Bueno, por fin! Dos años después de lo sucedido en el 2021, que fue como el paso más cercano que hemos tenido, se mantuvo un proceso, obviamente con jugadores que llegaron, jugadores que salieron, pero siempre manteniendo una base creo que ha sido muy importante también. Además, la idea que nos inculcó el ‘profe’ Oliveros desde que es la cabeza del cuerpo técnico, es siempre debemos ser mejores que el rival que tenemos al frente en cada partido y eso fue lo que nos hizo ir construyendo ese ascenso.

¿Cuál es el objetivo que se han propuesto como club para su segunda participación en la primera división?

La idea desde las directivas del cuerpo técnico y nosotros, es mantenernos, es mantenernos, seguir generando protagonismo. Sabemos que es una liga difícil, es una liga muy competitiva, con jugadores de experiencia, con jugadores de muchísimo renombre, pero que al mismo tiempo eso se resuelve dentro de la cancha. Once Contra once y el que cometa la menor cantidad de errores es el que va a poder lograr mantenerse en todo momento. Y bueno, esa es la idea, mantenernos.

¿Qué opina del trabajo que hace ACOLFUTPRO por los futbolistas desde hace cerca de 20 años?

Me parece que ha sido muy bueno, aquí hablamos en las reuniones semestrales con (Gustavo) Quijano y (Diego) Chica, y siempre nos hablan de los logros que se han tenido para que tengamos las garantías como cualquier trabajador. Y los beneficios que nos dan, por ejemplo, el descuento para la prepagada, que es muy importante porque nosotros que trabajamos con nuestro cuerpo y es lo más valioso que tenemos, es muy importante porque con la prepagada si uno tiene una lesión está cubierto. Además, es muy bueno porque si uno tiene algún inconveniente puede asesorarse con los abogados de la agremiación directamente. Y bueno, también generan un apoyo muy importante a los jugadores que no tienen equipo para que sigan entrenando. Y en diciembre nos dan bonos navideños un lindo detalle, un lindo gesto que tiene la agremiación con nosotros.

¿Qué hay que hacer para que los futbolistas tengan mejores garantías como ocurre en otras ligas?

Siento que hay que seguir pujando y que seguir insistiendo en lograr la negociación colectiva, porque de tanto insistir y perseverar se va a lograr. Hasta ahora se han ido logrando grandes cosas, pero son cosas mínimas en comparación de lo que puede llegar a generarse si se entabla ya como tal la negociación colectiva. Yo seguiré apoyando como lo he hecho hasta el momento hasta lograr que se puedan sentar en la mesa a negociar, por ejemplo, lo del calendario. Sabemos que el calendario en la liga es muchísimo más apretado que el del torneo. Aunque en este semestre, tuvimos partidos muy seguidos, no había tiempo para descansar. También en los horarios que no se pueden seguir jugando a las dos o tres de la tarde en ciudades como Cartagena, Barranquilla, Cali, que son climas demasiado fuertes, el mismo Villavicencio que tiene una humedad que te sofoca. Eso lo viví muchas veces, jugando a 35 o 36 grados, a las dos de la tarde. Se genera una deshidratación máxima en donde tú perdías tres o cuatro kilos en el partido.

¿Qué metas tiene en el fútbol?

Bueno, mi meta principal es seguir construyendo mi carrera, seguir construyendo un legado. Generar un impacto en pro de mi familia, de mi esposa en este caso y en el futuro de mis hijos. Jugar con Fortaleza y después llegar a un equipo más grande. Me gustaría jugar en los equipos grandes de Colombia y después dar el salto a nivel internacional y ¿por qué no? cumplir el sueño de jugar en la Selección Colombia.

¿Qué mensaje les envía a sus colegas?

Les diría que sean perseverantes, que sean pacientes que esto es una montaña rusa de emociones todo el tiempo. Cuando uno logra consolidarse logra estar ya al nivel adecuado. Es mucho más fácil mantenerse. Pero mientras tanto siempre va a haber altas y bajas. Que nunca se rindan, que por más que les digan que no van a poder, que no lo van a lograr, sean perseverantes en lo que quieren ya que el que persevera alcanza. Y al mismo tiempo si se logra el objetivo a una edad muy temprana, que deben madurar muy rápido, porque esta carrera es una carrera relativamente corta, que en donde hay que aprovechar cada momento que se genere y cada oportunidad que le den a uno.