Referentes | Andrés Llinás Montejo
Entrevista con el futbolista de Millonarios, publicada en la revista EL FUTBOLISTA No. 24.
Aunque debutó como profesional a los 17 años y parecía tener un camino despejado para consolidarse en esta profesión, Andrés Llinás tuvo que trabajar muy duro para construir su propia historia y convertirse en el referente que es hoy, tanto de Millonarios como del fútbol colombiano. Combina su actividad deportiva con estudios de administración de empresas y destaca que la profesión de futbolista ha ganado un estatus gracias a la labor de ACOLFUTPRO. Claro y directo en sus respuestas, Llinás habló de su carrera, de sus sueños y de los dos títulos que celebró con Millonarios: uno desde el rol de recogebolas, en el 2012, y el otro, este año cuando materializó su sueño de anotar un gol en la final.
La buena actitud es clave para el éxito en la carrera de un futbolista. Es un factor determinante cuando llegan situaciones inesperadas y todo se pone cuesta arriba. De esto puede dar fe el bogotano Andrés Llinás, quien, tras debutar con Millonarios el 30 de abril del 2015, con solo 17 años, nueve meses y siete días, tuvo que aprender a sortear los obstáculos propios de esta profesión. Afortunadamente para él, siempre mantuvo la buena actitud y siguió trabajando con humildad y mayor dedicación.
“Debuté a una edad muy temprana y al poco tiempo de debutar cambiaron el técnico y el que llegó me devolvió al equipo sub-20. Ahí termino mi proceso normal y cuando cumplo 20 años, no puedo subir al equipo profesional porque el técnico (Miguel) Russo dijo que no me iba a tener en cuenta. Entonces me mandaron al Valledupar. Me fui para allá con otros nueve compañeros”, recuerda Andrés, quien reflexionó: “Ese año no me fue tan bien como hubiera querido”.
En el equipo cesarense estuvo durante la temporada 2018, donde tuvo la posibilidad de acumular minutos y ganar experiencia. “Yo lo vi como una posibilidad, trato de ver siempre las cosas de esa forma”, dice Llinás, quien con esa buena predisposición trabajó allí con la misma ilusión de siempre y cuando regresó a Bogotá tuvo un nuevo comienzo, ahora con el técnico Jorge Luis Pinto.
«A último momento un defensa central no pudo venir, entonces me terminó inscribiendo para el 2019”, cuenta Llinás, quien reconoce que con el técnico santandereano no es que le haya ido muy bien en lo futbolístico pues solo jugó un partido de copa contra Tigres, en el que, por cierto, anotó su primer gol. “Solo jugué ese partido y por más que aprendí mucho con él, en el tema de minutos, no sumé mucho”, reconoció.
Andrés, cuando jugaba en las categorías infantiles de Millonarios, junto a su padre, Camilo Llinás.
En el 2020, enfrentó un nuevo reto con la llegada de Alberto Gamero, quien tampoco lo tuvo en cuenta al comienzo del año, sin embargo, llegó la pandemia y eso lo favoreció. “Cuando volvimos a jugar, luego de seis meses quietos, empezaron a aparecer las lesiones y los positivos de Covid y eso me dio la oportunidad de jugar un partido contra el América, allá en Cali”, dijo. “En ese partido me fue muy bien y ahí empiezo a sumar minutos por primera vez con una seguidilla de cuatro partidos”.
Y fue en el 2021 cuando Llinás al fin vio los frutos de su buena actitud. Ese año se quedó con el puesto en la titular, tras la salida del equipo del central uruguayo Matías de Los Santos y jugó la primera final con Millonarios, la que perdieron contra el Tolima.
Con los pies bien puestos en la tierra, Andrés Llinás ha construido a pulso su carrera como futbolista, lejos de influencias, apellidos o posiciones socioeconómicas. Lo que ha conseguido lo ha basado en su trabajo, en el esfuerzo, la dedicación y la perseverancia. Así es como este bogotano ha tenido la gran fortuna de formarse desde los 9 años en el equipo del que siempre ha sido hincha, en el que debutó en el fútbol profesional y con el que ya celebró dos títulos: el de la copa del 2022 y el de la liga del primer semestre del 2023.
Actualmente estudia administración de empresas en el Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) y sueña con volver a jugar con la selección Colombia y en el futuro seguir vinculado al fútbol de alguna manera.
[Best_Wordpress_Gallery id=»58″ gal_title=»Andrés Llinas – El Futbolista»]
EL FUTBOLISTA: Andrés, sabemos que en este proceso hubo un momento clave, que seguramente le ha ocurrido a muchos jóvenes: elegir entre seguir en el colegio o dedicarse 100% al fútbol… ¿Cuéntenos cómo fue todo eso?
Cuando cumplí 17 años, cuando se me da la posibilidad de subir al equipo Sub-20, los entrenamientos empiezan a ser por la mañana y cuando hablo con mi colegio me dicen que por temas de horarios no alcanzó a cumplir las horas suficientes y que no podría seguir en el colegio. Entonces tengo que o buscar otro colegio o buscar otro equipo. Entonces en ese momento hablo con mi familia, terminamos decidiendo lo que yo quería para mi futuro. Sinceramente, yo quería que el fútbol fuera mi proyecto de vida. Entonces tomamos la decisión que lo mejor era salir del colegio y buscar otro colegio con el que si pudiera perseguir el sueño del fútbol, pero al mismo tiempo, tener el plan B de los estudios, que siempre va a ser muy importante en mi forma de ver la vida.
¿Recibió total apoyo de sus padres?
Yo recuerdo siempre esta frase de mi mamá: “Es mejor arrepentirse por algo que hiciste y no, en un futuro, arrepentirte por algo que no hiciste”. Entonces en ese momento, tenía todo el apoyo de mis papás, que claramente fue muy importante, y yo iba a seguir estudiando. Tenía ese compromiso: que me iba a dedicar al fútbol, pero no podía dejar los estudios a un lado, porque al fin y al cabo era una apuesta que estaba haciendo y no es tan fácil de cumplir. Y las estadísticas no están a favor de uno. Decido que el fútbol sería mi prioridad, pero iba a seguir también estudiando para acabar mi colegio y después seguir con la universidad.
¿En qué curso estaba y cómo terminó sus estudios?
En ese momento me faltaban dos cursos para terminar. Entonces me tocó cambiar de colegio, a uno que se acomodara a los horarios del futbolista. Me tocó ir a un ‘validadero’, al que podía ir por las tardes. Entonces entrenaba por la mañana, almorzaba y salía para el colegio. Ahí pude validar y acabar más temprano y después meterme a la universidad, que también fue un poco complicado al principio, aunque después se hizo mucho más fácil con el tema de la virtualidad, con el tema del Covid también implementaron toda la tecnología para que se pudiera estudiar de forma virtual cuando estaba en concentraciones o en partidos.
En Colombia y en muchas partes del mundo, la mayoría de los futbolistas provienen de hogares humildes, con condiciones económicas muy complicadas y son pocos los que, como en su caso, tienen una situación diferente en ese sentido… ¿Eso le ha causado inconvenientes? ¿Se ha sentido discriminado en algún momento?
Yo nunca me sentido discriminado. Claramente sí había una competencia, pues todos quieren lograr su sueño, entonces era eso, una competencia, pero al fin y al cabo todos terminamos convirtiéndonos en compañeros y amigos. Nunca sentí una discriminación muy fuerte, como mucha gente lo dice. Claramente sí había comentarios, que uno los entiende, por más que no sean tan cómodos para uno, pero discriminación como tal, así muy fuerte, no. Nunca la sentí.
¿Qué comentarios le hacían?
Me decían que por qué no me dedicaba a estudiar, que por qué venía a quitarle el sueño a otra gente, que me fuera a viajar, que qué hacía acá corriendo… Hacían esa clase de comentarios como si uno no pudiera ir por ese sueño. Eran comentarios que incluso venían de gente del equipo, con la que no estaba tan unido.
¿Entonces siempre ha tenido una gran fortaleza mental?
Sí, de acuerdo. En ese caso es importante saber que los comentarios de otras personas no son importantes y que los importantes son los comentarios de la gente que te conoce bien, de las personas que te tienen cariño.
¿Quién o quiénes descubrieron su potencial para ser futbolista profesional?
Neys Nieto fue esa primera persona que estuvo siempre en todas mis divisiones menores y él fue la primera persona que más confío en mí. Después, en la sub-20, (Nelson) ‘El Rolo’ Flórez fue un técnico muy importante para mí, porque me cambio de posición y me ayudó a crecer mucho. Y creo que ahora, (Alberto) Gamero fue el que me terminó de moldear, el que me terminó de enseñar y todavía me sigue enseñando. Entonces yo creo que ellos tres han sido los más importantes y los que me han marcado.
¿Qué opina de lo que pasa con el futbolista bogotano porque, aunque uno ve que hay miles formándose en las escuelas, al final son pocos los que llegan a ser profesionales?
Yo creo que hay muchos factores: uno importante es que, claramente, el futbolista bogotano, por lo general, no es el más rápido ni el más fuerte, y cuando uno es joven y tiene fuerza y velocidad, es más fácil sobresalir. Son características que siempre van a ser muy importantes, pero que tal vez en el futbolista bogotano no se resaltan tanto. El bogotano es muy técnico y en las divisiones menores, muchas veces los que más sobresalen son los más rápidos, los más fuertes, y en las tempranas edades eso marca mucha diferencia.
Y también siento que el futbolista bogotano también tiene muchas distracciones. Al ser Bogotá tan grande, con tantas posibilidades, pues el fútbol es solo una de ellas. Para muchas personas de otras regiones el fútbol sí es su posibilidad más grande… Siento que acá el futbolista puede decir, me gusta cantar, me gusta la ingeniería, me gustan las matemáticas, me gusta la física y pues tienen todas las facilidades para estudiar. Pienso que muchas veces se queda con su zona de confort, porque tienen a su familia, pero también siento que eso viene cambiando y que cada vez hay más futbolistas de Bogotá, que van haciendo un nombre y demostrando que acá se puede jugar fútbol.
¿Cómo vivió su experiencia en el Valledupar? ¿Fue una posibilidad para foguearse o se sintió descartado en Millonarios?
Yo lo vi como una posibilidad, trato de ver siempre las cosas de esa forma. No siempre las cosas van a ser como uno quiere. Claramente hubiese querido quedarme en Millonarios, debutar y ser titular a los 20 años, pero muchas veces esa no es la opción. Entonces lo vi como una posibilidad de seguir aprendiendo, de seguir mejorando, buscar lo que, en lo personal, pensaba que me faltaba y que podía mejorar allá y también ganar experiencia que siempre es muy importante.
Fue un cambio muy grande…
Sí, pero quedé bastante sorprendido con la ciudad y con el club Valledupar. Sinceramente pensé que iban a tener peores condiciones y no fue así. Quedé muy impresionado cuando llegué, porque sinceramente me lo imaginaba mucho peor, pero en realidad tenían todas las condiciones de un equipo profesional.
Según su experiencia en estos años, ¿cómo ve actualmente la profesión de futbolista?
Creo que cada vez va cogiendo un mejor nombre, más valor. Tengo la fortuna de estar en un equipo grande, donde uno tiene todas las comodidades, pero sé también que en otros equipos de pronto no es así y yo creo que paso a paso se va logrando que todos los equipos puedan ofrecer todas las condiciones y todas las comodidades que cualquier empleado debe tener con toda la seguridad de que va a estar respaldado. Es algo que se va construyendo día a día, que todavía falta mucho por mejorar, pero que claramente está por muy buen camino.
¿Qué opinión tiene del trabajo que hace ACOLFUTPRO por los futbolistas?
Sí, creo que es muy importante. Como lo dije antes, hay otros equipos que no tienen las condiciones que nosotros tenemos aquí, por ejemplo. Por eso es muy importante tener gente que lo va a estar respaldando a uno, gente que va a velar por los derechos de uno y que no nos van a dejar solos. Yo creo que, por eso, el futbolista cada vez está ganando un mejor estatus y también es gracias a ACOLFUTPRO.
¿Qué opina que el trabajo de ACOLFUTPRO todavía tenga resistencia entre algunos directivos?
Puede ser porque hay muchos clubes que no entienden la función que realizan y los ven como una competencia. Puede ser que no entiendan muchas veces que están tratando de buscar lo mejor para el futbolista.
¿Por qué ha valido la pena ser futbolista?
Por todo lo que he llegado a sentir. Creo que he tenido las mejores y las peores sensaciones. Creo que son emociones que no hubiera sentido si me hubiera dedicado a otra cosa y son cosas que la plata no puede comprar. Creo que sentir el cariño de la gente no tiene precio y por eso pues me siento muy, muy, muy afortunado de ser futbolista de este equipo.
¿Qué recuerda del día de su debut con Millonarios?
Tenía 17 años, me acuerdo perfectamente, fue un partido de copa contra Expreso Rojo y entré por Fabián Vargas. También fue muy emocionante. Creo que el momento de más nervios de un futbolista es cuando le dicen que va a debutar, cuando uno está calentando y lo llaman, uno no se la cree y hasta que uno pierde el primer balón a uno no se le van los nervios.
¿Qué le dijo el técnico Ricardo Lunari antes de entrar?
Me decía que disfrutara, que aprovechara, que esto no le pasaba a todo el mundo y que era gracias al trabajo que había hecho toda mi vida. Que llevaba mucho tiempo entrenando para ese momento y que, simplemente, hiciera lo que hacía siempre.
Hoy en Millonarios trabaja Óscar Cortés, un histórico de Millonarios que jugó en su posición… ¿Qué le ha aportado él en su trabajo y en su formación?
Sí lo conozco desde hace mucho tiempo antes de jugar como profesional. Es una persona que habla cuando tiene que hablar, que da los consejos precisos en el momento oportuno. De pronto en un partido él ve algo y me habla. Sobre todo, cuando estaba empezando, recuerdo que me daba muchos consejos. Ha sido muy importante por su trayectoria, su reconocimiento, porque jugó en selección Colombia… entonces cuando él habla, soy todo oídos.
¿Cómo describe lo que vivió en la final contra Nacional al anotar el gol con el que empataron para ir a los penaltis?
Sí, creo que es lo que siempre soñé desde pequeño. Siempre me imaginaba metiendo un gol en una final y más contra un rival como Nacional, que sabemos que es uno de los equipos más importantes de Colombia. Eso fue muy emocionante, era un partido que íbamos perdiendo, que necesitábamos empatar de cualquier forma. Siempre soñé con meter un gol en la final. Esa semana estuve visualizando el gol y se me dio. En ese momento lo que sentí fue pura euforia, ganas de que empezara otra vez el partido para ver si alcanzamos a ganar en los 90.
Se puede decir que usted ha estado en el campo con Millonarios en dos títulos, porque en aquella final del 2012 sobresale la imagen del recogebolas rubio en los festejos al vencer al Medellín por penaltis…
¿Cómo fue su experiencia en Selección Colombia?
Creo que esa es la mayor fortuna del futbolista. Creo siempre está soñando con llegar a la selección de tu país, eso es el paraíso para todos y también es la responsabilidad más grande. Yo creo que como uno está muy feliz cuando le llega ese momento de jugar con la selección y uno sabe que tienes encima los ojos de toda Colombia. Entonces la satisfacción va de la mano de la responsabilidad en esta ocasión. Es algo que se lo deseo a todos el mundo, vivir y sentir esa emoción, sentir esa experiencia. Ahora que están fijándose más en los futbolistas de la liga, pues es muy importante que y hay que hacer todo de la mejor manera porque estás representando a todos los jugadores que están acá y si a uno le va bien, claramente le está abriendo la puerta a muchos más futbolistas, entonces uno tiene también esa responsabilidad encima.
¿Cómo organiza el tiempo para el fútbol y sus estudios universitarios?
Claramente sé que la prioridad es el fútbol cuando tengo dos eventos a la misma hora. Pero también siento que uno como futbolista tiene mucho espacio libre que uno lo puede usar para sacar una carrera adelante. El fútbol es muy corto y luego queda una vida por delante. Me gustaría hacer otras cosas en el futuro y por eso estoy estudiando.
¿Quisiera seguir vinculado al fútbol?
Sí, quisiera seguir trabajando en el fútbol porque es lo que me apasiona. Pero bueno, todavía falta mucho tiempo y hay que ver qué oportunidades salen.
¿Qué consejo les daría a los futbolistas profesionales, según su experiencia, para que lo puedan aplicar a sus carreras?
Que disfruten el proceso. Mucha gente cree que esto es simplemente llegar y no, es mantenerse. Unos llegan antes, otros llegan después, pero esto no es de quién llega primero y quién juega primero, sino de mantenerse lo máximo que se pueda. Disfrutar el proceso, porque hay mucha gente que solo quiere jugar el fin de semana y no quieren hacer el proceso y entonces, si tiene 19 años y no está jugando ya, pues ya está poniendo mala cara, no está disfrutando… Entonces se trata es de disfrutar cada entrenamiento, del aprendizaje con todos los compañeros. Yo siento que eso fue lo que me mantuvo hasta los 23 años intentando consolidarme como profesional, disfrutarme el día a día. Debemos tener presente que lo que nos gusta es el fútbol y que estamos haciendo lo que más nos gusta.