“El apoyo de la asociación fue súper importante para mí”, destaca Jorge Perlaza en su columna especial para EL FUTBOLISTA.

Por Jorge Isaac Perlaza
Especial para EL FUTBOLISTA

El 16 de abril del 2013 sufrí la lesión más grave que tuve en mi carrera. Hasta ese momento, no había tenido que trabajar en una recuperación tan larga, pues inicialmente me dijeron que en tres meses estaría de nuevo en las canchas. Siempre tuve la esperanza de que iba a volver. Sin embargo, las cosas no se dieron y al final, fue triste ver que yo no tenía las herramientas para hacerlo, y lo peor fue darme cuenta de que el club sí las tenía, pero decidió no dármelas.

Inicialmente ellos actuaron de la manera correcta: la cirugía, la recuperación, etc. Pero nunca pude estar de nuevo al cien por ciento, tuvieron que volver a operarme y eso empezó a complicar las cosas. Desde que tuve que presentar la tutela para que me reintegraran, ellos se sintieron tocados y dejaron de prestarme los servicios. Yo tenía que presentarme como un trabajador más, cumplía horarios. Me hacían trabajar aparte: a veces hacía gimnasio, a veces trotaba. Fue algo triste porque mientras jugué allí, siempre di lo mejor de mí.

Cuando acudí a la demanda laboral se apartaron totalmente de cualquier interés por recuperarme. Simplemente me pagaban el salario y esperaban que tuvieran el aval para sacarme del equipo. No podía creer que estuviera viviendo esa situación, pero la tomé con calma. Sabía que estaban vulnerando mis derechos, que no estaban actuando de la mejor manera.

Traté de ser paciente y dedicarle tiempo a mi familia, ya que en el fútbol a veces uno se enfrasca demasiado en el trabajo y deja de lado las cosas más importantes. Fue un buen momento para fortalecerme al lado de mi esposa, que estaba embarazada, de mi hijo y de mis padres, con quienes siempre he sido muy cercano y siempre me han dado su apoyo.

‘Tenía tan solo 28 años…’

Creo que perdí los mejores años de mi carrera como futbolista. Venía en un nivel importante y mejorando cada día. Tenía muchas cosas para dar, incluso tenía opciones para salir del país nuevamente, porque ya había jugado en la MLS, una liga donde el futbolista es lo más importante, donde la liga tiene convenio colectivo con la asociación de futbolistas y eso le da a uno muchos beneficios: por ejemplo, un seguro con el que el futbolista recibe una indemnización por cada lesión, por cada cirugía, porque se trata de tu cuerpo, de tu herramienta de trabajo.

En Estados Unidos la liga es la que maneja a los equipos y siempre le dan la importancia que merece el jugador, que es el actor más importante.

El apoyo de ACOLFUTPRO

El trabajo que hace ACOLFUTPRO por los futbolistas es muy importante porque tienen un lugar al cual acudir cuando no hay claridad sobre algunos temas legales. Te pueden asesorar de la mejor manera, como en mi caso. El apoyo de la asociación fue súper importante para mí porque me asesoró y me guió hacia lo que tenía que hacer en ese momento y allí me presentaron al doctor Ramiro Vargas. Siempre estaré muy agradecido por ese apoyo que recibí en ese momento y porque vi que estaban vulnerando mis derechos.

Es fundamental el apoyo de los futbolistas para fortalecer la asociación, independientemente de que a los clubes no les guste lo que ellos hacen, es el lugar al que pueden acudir con toda confianza cuando no tengan claras las situaciones que enfrentan con los equipos. A pesar de todas las trabas que ha tenido, ACOLFUTPRO ha ayudado a que nuestro fútbol mejore y a que los futbolistas mejoremos en muchas situaciones, como el pago de salarios y la seguridad social, que es en lo que ha trabajado desde hace mucho tiempo y en lo que cada día se ha venido afianzando.

Cabe resaltar también que en ACOLFUTPRO el futbolista encuentra facilidades para estudiar, con auxilios económicos, con descuentos en universidades, para hacer cursos para técnico. Es una gran oportunidad para el futbolista que deben tratar de aprovechar porque esos tipos de convenios no se los ofrecen los clubes.

‘¡Gracias, don Ramiro!’

Quiero compartir lo contento que estoy con el trabajo que hizo don Ramiro en mi caso. Fuimos muy pacientes, sabíamos que esto no se definía sino hasta la última instancia y a pesar de tener dos instancias en contra, no desfallecimos. Sabíamos que estábamos peleando por algo justo y que teníamos la razón, independientemente de que las dos primeras instancias salieran a favor de Millonarios.

Teníamos la confianza de que en la corte el veredicto iba a cambiar y así fue. En todo momento supimos que podíamos sacar el caso adelante y siempre perseveramos y pensamos positivamente. Sea la oportunidad para darle las gracias públicamente por el buen trabajo que ha hecho en mi caso y darle gracias a Dios por esa buena noticia del fallo a favor de la Corte Suprema.

Los futbolistas no son objetos

Ser futbolista es una profesión muy linda, lastimosamente, en algunas ocasiones, los clubes abusan del poder mando que tienen y hacen sentir a los futbolistas como objetos. Solamente valoran a los jugadores cuando están en su mejor momento. Cuando tenemos inconvenientes, como en mi caso, se apartan y te hacen a un lado. Creo que en la mano de los futbolistas está la oportunidad de sanear nuestro fútbol, para que les den valor que se merecen como artistas principales del deporte más popular del mundo y así ayudar a que nuestra liga siga creciendo de nivel, tanto deportivo como social.